Artemio Lupín

Un blog literario, cultural y satírico que pretende practicar la crítica social y de costumbres.

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Tuesday, September 08, 2009

¿Brasil apuesta a ser miembro del exclusivo club nuclear?


La reciente visita del Presidente de Francia Nicolás Sarkozy a Brasilia, donde tomó parte de las celebraciones por el día nacional de Brasil (7 de septiembre), fue coronada con el anuncio de una asociación estratégica entre ambos países que será sellada con la compra de submarinos y cazas galos por una cantidad importante de dinero.

Las cifras difundidas por la prensa indican que el plan de adquisición de cuatro submarinos Scorpene convencionales y el casco de un submarino a propulsión nuclear tendrá un costo inicial de alrededor de 8.500 millones de euros, equivalentes a 11.000 millones de dólares, aun cuando el diario español El País hace ascender esa suma a US$ 12.317 millones.

El año de Francia en Brasil no se podía celebrar de mejor modo. Eso justificaba con creces una segunda visita de Sarkozy al Planalto en un año, esta vez acompañado de ocho ministros.

No era para menos, si a la compra de los submarinos se le añade la noticia de que la Fuerza Aérea Brasileña adquirirá 36 cazas Rafale -desplazando a dos poderosos competidores, los F 18 estadounidenses y los Gripen suecos-, por un valor estimado de 4 mil millones de euros (US$ 5.160 millones), dependiendo del kit de armamentos que se les anexe, lo que hace subir el paquete global de la venta a 12.500 millones de euros (16.250 millones de dólares).

Las astronómicas cifras en danza se desglosan de muchas maneras.

El periodista Igor Gielow, de la Folha de Sao Paulo, publicó este detalle: cuatro sumergibles convencionales, a razón de 415 millones de euros cada uno, dan 1.660 millones de euros; integración de un reactor brasileño a un casco de submarino nuclear: dos mil millones más; desarrollo de una base y un astillero especial para construir las naves -en el puerto de Sepetiba, en Itaguaí (Río de Janeiro), según ha trascendido-, administrados por un joint venture entre la brasileña Odebrecht y la francesa DNCS: mil 800 millones adicionales; más mil millones de euros extras en una “incierta rúbrica” (la cita es de Gielow) de “transferencia tecnológica”.

El total arroja un guarismo de 6.400 millones de euros, a lo que hay que agregar 1.850 millones que corren por cuenta de la compra de 50 helicópteros de transporte EC-725, que serán distribuidos entre las tres ramas de las FFAA. Los helicópteros, cuya fecha de entrega está planeada entre 2010 y 2016, serán materializados por el consorcio formado entre la empresa brasileña Helibras y la Eurocopter, sucursal del grupo EADS.

Números que no cuadran

Para el analista Janio de Freitas, sin embargo, las cifras anteriormente citadas –en especial, las que se refieren al acuerdo por los submarinos – “no corresponden ni a un tercio del proyecto militar, cuyo costo en diez o 20 años fue citado, tan de prisa cuanto fue posible, en 20 mil millones, no se sabe si de reales, dólares o euros. Ni son verdaderas las cantidades de armamentos mencionados, de lo que es ejemplo la difusión de los divulgados 32 cazas, que serán, por lo bajo, más de 130”.

No conforme con esta resonante denuncia, publicada en la Folha del 6 de septiembre, De Freitas, que ha sido ácido crítico de la compra de submarinos franceses en desmedro de los alemanes que la Marina brasileña hoy posee, por encontrarlos caros y de utilidad aún no comprobada, sostiene que "los 20 mil millones anunciados van a ser, de hecho, más de 200 mil millones de dólares en el total de gasto (de defensa) pretendido para los próximos diez años”.

El comandante en jefe de la Marina, almirante Julio Soares de Moura Neto, rebatió, a su turno, estos argumentos, calificándolos de “conversa de vendedor”. Para el jefe naval, Chile e India están muy satisfechos con sus compras de Scorpene. Y el IKL-214, sumergible alemán vendido, por ejemplo, a Turquía, cuesta, a su juicio, lo mismo que el Scorpene: vale decir, alrededor de 430 millones de euros por unidad.

Dólares más o dólares menos, lo cierto es que la prensa brasileña ha destacado, por unanimidad, el gran salto adelante que representan estas compras en materia de armamento. Superan, por lejos, la compra de acorazados británicos a comienzos del siglo XX; la de naves estadounidenses, tras el fin de la Segunda Guerra e incluso, en términos de porcentaje del PIB, es mayor al acuerdo logrado en 1975 con Alemania para la transferencia de tecnología nuclear con fines pacíficos.

Políticamente, esto significa que el Brasil, potencia emergente, desea tener una presencia militar compatible con su condición de tal, como único BRIC occidental y cristiano, y sin armas nucleares.

El otro mensaje claro de esta alianza es que Brasil y Francia se unen, no necesariamente contra Estados Unidos, sino por un mayor equilibrio de fuerzas a nivel internacional. Y que en el plano regional, con Colombia y Perú acentuando su dependencia con relación a Washington, y con una Venezuela que arrastra a sus aliados vecinales, influenciados por el discurso “bolivariano”, hacia el vector Rusia-Irán, Brasil intenta escapar de opciones forzosas y apuesta contra el mundo unipolar.

Blindando la Amazonia azul

No sólo eso: a partir del descubrimiento de inmensos yacimientos petrolíferos, ubicados bajo la capa de la denominada pré-sal, surge el desafío de vigilar y preservar un territorio de más de 140 mil kilómetros cuadrados, que se extiende desde Espíritu Santo, en el norte, hasta Santa Catarina, en el sur. Una zona que, según recordó Lula, en su discurso a la nación del 6 de septiembre, tiene la misma extensión que el estado de Ceará.

Una verdadera joya de la Corona, que está enclavada en un mar jurisdiccional de 4,5 millones de kilómetros cuadrados, área a la que la Marina ha bautizado como la “Amazonia azul”. Trayendo a colación, por otra parte, de un modo nada velado, cómo los brasileños han sentido siempre amenazada su soberanía sobre la otra Amazonia: la verde, sobre la cual los ojos de tantas ONGs y potencias extranjeras se han posado con indisimulable apetito.

¿Para qué, dicen algunos, entonces, un submarino nuclear, cuando lo que se requiere es cantidad más que calidad, en lo que se refiere a plataformas operativas? La respuesta es sencilla: estas naves tienen mayor autonomía de desplazamiento. No necesitan salir a la superficie para recargar sus baterías y motores, sino que se autosustentan por períodos más prolongados de tiempo bajo la superficie y esto favorece su aparición por sorpresa en los lugares más inesperados.

Por otra parte, el proyecto de tener capacidad de planear, construir y operar tanto submarinos convencionales como nucleares, de aquí al 2021, transformaría a Brasil en el nuevo socio de un selecto club que sólo cuenta hoy con seis membresías conocidas: EEUU, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña e India.

Armamento nuclear ya no es un tabú

Esto determina, además, que haya quienes proclamen abiertamente y con todas sus letras si no ha llegado ya la hora de ser una potencia nuclear en plenitud.

Así lo dice la revista Carta Capital en un reciente reportaje (2 de septiembre de 2009): “¿El Brasil puede aspirar a un mayor liderazgo en el mundo sin montar un arsenal militar moderno y temible, lo que incluye, al menos, dominar el proceso de fabricación de una bomba atómica?”

Es más: el profesor Eurico de Lima Figueiredo, presidente de la Asociación Brasileña de Defensa, afirma sin atenuantes lo siguiente en la misma revista: “Personalmente, creo que en cinco o diez años la sociedad tendrá que decir si quiere o no una bomba atómica, independiente de que seamos firmantes del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Es un paso natural de nuestra independencia nuclear. Y eso tendrá que ser debatido por civiles, dentro de las reglas democráticas”.

No es casual, por lo tanto, que los acuerdos de cooperación rubricados con Francia en los últimos tiempos tengan tres dimensiones: defensa, economía y temas referidos a energía nuclear. Por ello es que en estos convenios se inscribe, por ejemplo, la necesidad de retomar las obras de la planta de Angra 3 y la colaboración mutua para la prospección de uranio.

En los planes del gobierno de Brasil, enunciados en forma pública, se señala que existe la idea de construir hasta 25 nuevas usinas termonucleares en los próximos 24 años.

Esta postura es reafirmada por el diputado y dirigente histórico del PT, José Genuino, quien declara: “Nuestro interés es dominar la tecnología para fines pacíficos. Dominar ese ciclo de producción (el de uranio enriquecido), puede traer ganancias expresivas para nuestra industria”. Aclarando, desde luego, al mismo tiempo, que la política de defensa brasileña “es de disuasión y no de confrontación”.

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3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Mi estimado amigo no se nos olvide que los comentarios hechos en la folha de Sao Paulo son siempre sospechosos, ademas de absurdamente simplistas, lo que me sorprende es que Janio de Freitas escriba a favor de los alemanes cuando el sabe que el mayor problema con los tutonicos es que sus equipamentos son los mas caros y en el caso de los submarinos son bastante mas caros, ademas no hacen transferencia de tecnologia que es lo que Brasil busca, y angra tre es un ejemplo de eso, convengamos a alguien en sana conciencia piensa que los numeros en valores, sea en dolares, euros o reales sera publicado?

2:45 PM  
Anonymous paco said...

Mi estimado amigo no se nos olvide que los comentarios hechos en la folha de Sao Paulo son siempre sospechosos, ademas de absurdamente simplistas, lo que me sorprende es que Janio de Freitas escriba a favor de los alemanes cuando el sabe que el mayor problema con los tutonicos es que sus equipamentos son los mas caros y en el caso de los submarinos son bastante mas caros, ademas no hacen transferencia de tecnologia que es lo que Brasil busca, y angra tre es un ejemplo de eso, convengamos a alguien en sana conciencia piensa que los numeros en valores, sea en dolares, euros o reales sera publicado?

2:46 PM  
Anonymous paco said...

Mi estimado amigo no se nos olvide que los comentarios hechos en la folha de Sao Paulo son siempre sospechosos, ademas de absurdamente simplistas, lo que me sorprende es que Janio de Freitas escriba a favor de los alemanes cuando el sabe que el mayor problema con los tutonicos es que sus equipamentos son los mas caros y en el caso de los submarinos son bastante mas caros, ademas no hacen transferencia de tecnologia que es lo que Brasil busca, y angra tre es un ejemplo de eso, convengamos a alguien en sana conciencia piensa que los numeros en valores, sea en dolares, euros o reales sera publicado?

2:46 PM  

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